Hace unos meses me invitaron a conocer algunos rincones de Ramales, que hasta ahora eran desconocidos por mi. Sé, que no debería ser así, por el simple hecho de haber nacido y crecido en este maravilloso pueblo y del que me he dado cuenta aún me queda mucho por descubrir.
El principal fin de este paseo, es poder conseguir que con un granito de arena que aporte la entidad competente y con mucha colaboración que han ofrecido vecinos de Ramales de forma desinteresada, se pueda crear un sendero local que permita a los visitantes tener una ruta , fácil,corta, accesible y sobre todo !preciosa¡
Los motivos por los que voy a intentar convencer a las personas que nos pueden ayudar a conseguir (con muy pocos recursos) habilitar este sendero, es por un lado, porque desde el punto de vista profesional reúne todos los requisitos para atraer a muchos visitantes a Ramales, teniendo en cuenta que el senderismo es uno de los productos más demandados en la Comarca. El segundo, porque no dejará indiferente a nadie con sus vistas y la historia que esconden apenas 8 kilómetros de recorrido. Y por último, porque creo que el hecho de que existan habitantes de Ramales que cada día salgan a disfrutar de este entorno, lo valoren y encima deseen que se ponga en valor, ofreciendo su colaboración desinteresadamente, es un privilegio que hay que valorar y por lo menos, que no pensemos dentro de unos años que no se ha intentado.
Aunque actualmente el sendero no está marcado y no es accesible debido a la maleza que ha crecido en muchos tramos del recorrido, os voy a explicar la ruta que hicimos. Partiendo del centro del pueblo de Ramales, concretamente del Barrio del Mazo, nos dirigimos hacia la Cueva de Cullalvera. Yo sabía que en Ramales hay muchas cuevas, sino no sería uno de los municipios de Europa con más Arte Rupestre por kilómetro cuadrado, pero lo que no me imaginaba que en ocho kilómetros nos íbamos a encontrar con 5 cavidades diferentes.
Camino Cueva Cullalvera
Comienzo camino desde Cullalvera
A partir de aquí comenzamos ascender hacia el Monte Pando. El primer tramo es el más costoso luego apenas hay desnivel y se recorre fácilmente. En varias ocasiones nos desviamos del recorrido para disfrutar de vistas como estas.
Vista de Ramales
Continuamos el recorrido pasando por el «Prado de los Pantalones», nombre que recibe por su forma de pantalón, aunque se ha ido deformando debido al crecimiento de maleza a su alrededor, por la escasa actividad ganadera y agrícola en el municipio.
Vista Sierra de Hornijo
Sendero
Una vez recorridos aproximadamente 500 metros nos desviamos de nuevo para ver una cabaña abandonada. Está aún conservaba en su interior utensilios antiguos que su propietario utilizaba para el ganado, hoyas, bancos etc. El lugar es espectacular, en un bosque de robles, madroños. Posiblemente hasta no hace muchos años el acceso hasta ese punto estaría preparado incluso para carros.
Panorámica con Cabaña
A partir de aquí, hasta llegar a lo alto del Monte Pando nos encontramos con tres cuevas en diferentes puntos del Bosque, quien sabe si estarán comunicadas entre ellas o quizás alguna pudiese conectar con la Cueva de Cullavera. Aunque todas llaman la atención, la Cueva de Baranda en especial. Además dentro se construyo un «bebedero» para los animales aprovechando el agua que caía en el interior.
Después de pasar el tramo más cerrado del camino en pocos minutos nos incorporaremos al PRS22, Sendero que pasa por el Valle del Silencio y regresa a Ramales a través de Guardamino y el cual comienza también en Ramales. Continuando hacia el Valle del Silencio donde comenzaremos el descenso para regresar de nuevo a Ramales, nos desviaremos una vez más del Camino para visitar los bunkers y el fuerte situado en lo alto del Monte y el cual fue utilizado en la Guerra Civil y posiblemente el las Guerras Carlista de 1839. La ubicación es perfecta ya que se divisa todo el Valle y la carretera de acceso desde la costa hacia Burgos.
Fuera de los bunkers, encima de la famosa Pared del Eco, lugar escogido por escaladores para la práctica de la escalada deportiva, encontramos un rincón único y el que personalmente más me impresiono, un pequeña cueva desde donde se ve el siempre imponente Pico San Vicente, el día acompañaba y nos regaló estampas como esta.
Pico San Vicente
A partir de aquí regresamos a Ramales, como he indicado antes atravesando el Valle del Silencio, por el Barrio de la Pared. Antes de llegar al aparcamiento de las Cuevas de Covalanas nos encontramos gente escalando en el entorno de Cueva Mur.
Hasta aquí mi última ruta, espero que dentro de poco sea accesible y todos podaís disfrutar de ella. Quiero agradecer a Domingo Galarreta y Pope de Prado por mostrarme estos rincones y su predisposición. Y no me puedo olvidar de nuestra fiel guía Sury.
Diana de Prado 